martes, 6 de octubre de 2015

Jc opina #4: Series de animación. Pasado VS Presente


Buenos días, ya tenía ganas de traeros un nuevo Jc opina con un tema que a mí siempre me ha hecho estallar de rabia y supongo que a muchos de vosotros también, y es la evolución que han tenido nuestras amadas series de animación desde aquella gloriosa generación de los 90 de la que ya hablamos hasta la actualidad. Hoy vengo a traeros mi visión sobre lo que para mí es la mayor decadencia que he visto nunca en el mundo de la animación y los pequeños detalles esperanzadores que aún podemos ver, ¿Cuál es el modus operandi de nuestras cadenas de televisión en cuanto a dibujos? 

¡¡COMENZAMOS!!

Resulta lógico pensar que la gente que ha nacido en la generación actual es amante de sus series actuales como nosotros adoramos la nuestra y también es de lo más normal que haya series "alocadas" en la actualidad porque es de la fantasía y la imaginación de lo que se alimentan los niños y por lo que les gusta ver dibujos animados pero quiero que le echéis un vistazo a esta foto que me pasaron hace poco (la de arriba)...

Vamos a desmigarla un poco... fijaos en el grupo 1996-2004, parece un grupo igual de loco que el de 2010-2015, ¿dónde esta la diferencia? En las caras, en el modo de crear los dibujos, fijaos con que delicadeza están creados los personajes antiguos, y fijaos en sus caras, parecen gente normal y luego iros a los modernos: caras de retrasados mentales, bichos raros cuya existencia no tiene ningún sentido, son feos y son idiotas, y es que es encender la tele, ver eso, y se me quitan por completo las ganas de verlos pese a que con mis 21 años sigo siendo un amante de la animación.

El argumento que en la actualidad nos darían sería el de: "son unos dibujos frescos, innovadores, cuyas disparatadas aventuras harán disfrutar a los más pequeños como nunca". Esto es para mí un humor completamente absurdo, pero ATENCIÓN, ¿significa que los dibujos del pasado no son absurdos? Pues no, también lo eran, pensemos algunos ejemplos:


El Laboratorio de Dexter (1996): serie de un niño superdotado que tiene un laboratorio escondido en su cuarto. Surrealista, puede ser, pero tremendamente original y más cuando la serie trataba de sus continuos roces con su hermanita Dee-Dee que le rompía las cosas. ¿Quién no ha sufrido la crisis del hermano pequeño que le rompe sus juguetes? Pues eso.



Vaca y Pollo (1997): serie protagonizada por una vaca y un pollo que son hermanos nacidos de dos padres que solo son un par de piernas (literalmente)... raro de narices... y el malo, un diablillo al que le gustaba enseñar el culo... pues aun así esto era más realista que todo lo posterior pues la serie trataba de las aventuras de estos dos protagonistas en el colegio y en su vida cotidiana, con cosas de críos y, por supuesto, con sus tintes de imaginación.


Código KND (2002): 3 chicos y 2 chicas que tienen una sociedad secreta que se dedica a luchar contra los adultos... Esta serie a veces se pasaba un poco de estúpida pero este grupo era perfectamente aplicable a la actualidad: amigos en una casa árbol con trastos raros que les gusta inventar (aunque no sean tan buenos como los de la serie) y rebelarse contra los adultos que cortan la diversión.


Si lo que manda en una serie es que los niños desarrollen su imaginación y se diviertan con cosas fantasiosas, a finales del siglo XX y principios del XXI teníamos un extenso abanico de series disparatadas pero siempre tratando temas verdaderamente cotidianos: ya sean con aventuras de grupos de amigos (Edd, Ed y Eddy), entre hermanos (Las Supernenas) u otro tipo de aventuras más surrealistas (Agallas, el perro cobarde) pero sin alejarse demasiado de la esencia de lo cotidiano mezclado con fantasía, en mayor o menor medida, y enseñanzas morales. Tras todo esto se produce el bajón hacia lo estúpido y lo repulsivo siendo para mí el primer ejemplo de esta decadencia la serie de Las macabras aventuras de Billy y Mandy (2003) y ésta aún medio se salvaba...


Esto en cuanto a la decadencia de las series, pero ¿qué pasa con las cadenas que las emiten? Han consentido esta brutal caída de los dibujos emitiendo esas bazofias y dejando de lado las joyas ya no solo de los 90 sino anteriores. La época de los 90 fue la mejor porque supo crear nuevos éxitos mientras mantenía vivos los anteriores sencillamente porque eran buenos. Os pondré una fecha: año 2000, Cartoon Network empieza a dejar de lado las series que tanto nos gustaban poniendo en su lugar nuevas series que empezaban a dar estos síntomas de abandono por lo que se crea un nuevo canal: Boomerang, canal concebido para la emisión de series antiguas para que no se perdieran. Este canal empezó con los clásicos (Autos locos, Los Picapiedra, Pixie y Dixie, Los Supersónicos, Don Gato... las series de Hanna Barbera parecían estar salvadas). La realidad fue bien distinta, pocos años después Cartoon Network empezó a usar ese canal como contenedor, depositando sus series conforme se iban cambiando y desechando de nuevo las viejas por lo que Boomerang terminó siendo un canal tan vomitivo como Cartoon Network. ¿Y que pasó con Disney Channel? Que destruyeron Toon Disney y convirtieron Disney Channel en un canal de mojabragas adolescentes en donde las SERIES DE ANIMACIÓN se cuentan con los dedos de una mano.

No resultará difícil adivinar mi conclusión...

"JC Concluye"

UN DESASTRE, UNA DECADENCIA QUE NOS HACE LLORAR, las series de animación han pegado un bajón que ni en mis peores pesadillas podía haber imaginado pese a las pocas series decentes que pueden quedar (pocas, pero alguna hay)... Sin embargo, he dicho que hay algo de esperanza... ¿Dónde? En que algunos canales valientes vienen al rescate. Canales como Clan o Boing, que aunque emiten mucha basura, también tienen series verdaderamente buenas para la infancia, como por ejemplo el inmortal Pocoyo, y que además son canales que han apostado por el reciclaje de personajes antiguos relanzando  nuevas versiones de series míticas de nuestra infancia: como ocurre con la nueva versión de Heidi estrenada este verano; el show de los Looney Tunes o Las nuevas aventuras de Tom y Jerry. No cantemos victoria porque estas series no llegan para nada al sobresaliente nivel que tenían en los 90, pero siguen haciendo reír y mantienen viva la esencia de estos personajes como buenamente pueden, y Disney parece que aun quiere dar síntomas de vida clásica en su canal de pago Disney Cinemagic.

Esperemos que con el tiempo, las televisiones y las productoras se den cuenta del daño que se esta haciendo y de lo beneficioso que podría ser para la TV y para público el rescatar del olvido a todos los personajes que marcaron la mejor época de la historia de la animación, algunos lo intentan, esperemos que estos pequeños reciclajes algún día se conviertan en una gran realidad.

Nos vemos en el siguiente JC Opina, y espero leer vuestros comentarios.

NOS LEEMOS GANDULES!!!

5 comentarios:

  1. Por desgracia Disney Cinemagic cerró el 1 de enero de este año

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  2. Se agradece el apunte porque no tenía ni idea pero bueno, otro desastre más para el mundo de la animación...

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  3. Totalmente de acuerdo, Las supernenas o El Labotatorio de Dexter nada tienen que envidiar a las series de hoy día. Cierto es que son diferentes pero personalmente creo que ni Hora de Aventuras ni similares van dirigidas a un público infantil. Quizá si la oferta fuera de calidad no habría tanto niño rata con la consola todo el día pegando tiros o picando piedras.

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  4. Dejame decirte amigo que estas equivocado, muchas de las series actuales aun tienen ese tono cotidiano (clarence, escandalosos, the loud house, etc.).
    Otro punto a tocar es el diseño de personajes, alguien que dice que el diseño de personajes actuales lucen como retrasado es porque ni siquiera se ha dignado ha ver un episodio del increible mundo de gumball.
    y por ultimo usted no puede juzgar a toda una generacion de animadores, escritores y productores con solo ver uan imagen mediocremente hecha

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  5. Saludos a todos:
    Como esta entrada ha generado cierta polémica, voy a responder con el fin de aclarar una serie de cosas:
    En primer lugar y dado que por primera vez hemos tenido que borrar un comentario: Respetamos enormemente cualquier intervención y opinión en el blog, lo agradecemos, pero no vamos a tolerar ningún mensaje soez u ofensivo contra nosotros o contra cualquier otra persona que comente. Cualquier opinión es igualmente válida a la nuestra tanto si está de acuerdo con lo que escribimos como si lo rechaza completamente, esto es un blog de opinión, no de verdades absolutas, y se puede criticar libremente el contenido de cualquier entrada pero hay mil formas de decir las cosas y no admitimos ninguna falta de respeto ya que todo está realizado con la mejor de las intenciones.
    Dicho esto y centrándome en el contenido de la entrada (en 1º lugar pido disculpas a Gabriel por no responder antes, lo cierto es que ni me entere de este comentario en su día). El gran error de esta entrada es posiblemente la generalización y en ese sentido entono el mea culpa. Me reafirmo al 100% en que considero las series de antes enormemente mejores que las de ahora pero eso no quiere decir ni mucho menos que actualmente no haya series buenas que por supuesto las hay, lo mismo digo con respecto a la estética, francamente cuando enciendo la tele hay una gran cantidad de series que estéticamente me parecen repulsivas o absurdas pero insisto, NO TODAS.
    La imagen no la he hecho yo y sencillamente me pareció interesante comentarla, pero eso no significa que sea un defensor a capa y espada de las series que aparecen, de hecho aunque me gusten más que las actuales, no son mis series favoritas, prefiero mil veces otras series míticas de Hannah Barbera, la Warner o las series de Disney de los 80/90 véase la Banda del Patio o Patoaventuras.
    Y por último pero no menos importante, yo no hago ninguna crítica basándome ÚNICAMENTE en “una imagen” si expreso mi opinión es porque aunque no soy un experto, soy un gran aficionado a la animación, veo la televisión y comento lo que veo, que probablemente haya otras tantas que no he visto, seguro, pero del mismo modo que quien va a un restaurante puede valorar la comida o el servicio, mi compañero y yo mismo tenemos todo el derecho del mundo a opinar sobre lo que vemos (que no es poco) como en otras tantas páginas y blogs donde el público (especializado o no) aporta sus críticas.

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